nobleza gaucha

Siempre me gustaron esas ediciones del intercambio epistolar que se han hecho basadas en la relación de algunos personajes. En general, lo que tienen de lindo es que son autobiográficas pero poco explícitas, o no, sumamente explícitas con la inocencia de quien sabe que el correo es la supremacía de la propiedad privada e inviolable y que desconoce que la historia se apropiará de sus secretos con opciones de encuadernación. [dicho esto me viene a la memoria alguna mañana en la que yo de pocos años disfrutaba de abrir cuanto sobre dejara el cartero y mi padre aparecía chillando y recalcando que la correspondencia es-pri-va-da, aunque se tratara el catálogo de puntos de cualqueir tarjeta de crédito].

Pienso todo esto mientras disfruto nuevamente de estos diálogos por msn, que merecen todo un capítulo por su estilo, por sus chistes y por algunos códigos que se que nadie mas entendería. It's amazing como me sale hablar algunas cosas en inglés y todo agarra un tono de canción de fun people. y sin embargo no records, entre los formateos y los cambios de máquina y lo poco propensa a guardar las charlas que me he tornado, no quedará ni rastro de estas líneas.

y entonces quería guardarme en la retina (o acá) mi momento selby de hoy. ese de cuando te estaba contando de mi verdad por estos días, que fue descubrir que necesito moderarme todo el tiempo para no hacer agua (desacelerar algunas cosas e inyectarle pilas a otras en las que sí necesito avanzar, creo que dije) y de repente levanto la mirada del teclado y me cruzo con el paquete de yerba ahí posado, con su cartelito que reza "molienda equilibrada"... and there is where the name comes.