jueves, 20 de diciembre de 2007

prueba fáctica

El miedo, MI miedo, es que por omisión desaparezca.
Como los pecados por omisión, cuando por no evitar que algo malo suceda se peca lo mismo.
Y al contrario que los pecados de verdad que aunque se trate de no recordarlos, están ahí.
No quiero dejar de pensar por un rato, porque temo que cuando vuelva a tratar, mi cerebro se haya escapado.

No hay comentarios: