sábado, 1 de marzo de 2008

facultad de medicina

Entre la huelga de guionistas (ya no es necesario ni aclarar de donde ni por qué, tenemos más claro sus males y amenazas que los de las inundaciones en córdoba) y el fin de temporada de las series estadounidenses, me atiborré de capítulos de sex and the city hasta casi verla toda de de nuevo. Cuando finalmente recuperamos nuestra dosis semanal de lost y heroes, además y muy de casualidad me crucé con un viejo vicio y, como es costumbre en mi, lo retomé como una desesperada.
Sí, después de haber abandonado ER hace ya un par de elencos atrás y de no haberle prestado atención a los nuevos lanzamientos intrahospitalarios, la semana pasada disfruté de capítulos de Dr. House y Grey's Anatomy casi con emoción y ahora sólo quiero más, lo que devendrá en buscar las temporadas en dvd porque desde que empecé a trabajar nunca más pude coordinar los horarios de nada con los de la grilla de programación. Lo único fundamental es que pueda dejar de decir cada dos minutos que cuando era chica yo había decidido casarme con un doctor, y así mis idilios pueden llegar a aser soportables. Es que nunca entendí la emergencia que lleva a una guardia a mitad de la noche y entonces ahí parecía tener la solución a esa cuestión angustiante, al generar una especie de mini mamá de la nana fain....... Igual, sin el dr. ross ya no es para tanto.

1 comentario:

Marie dijo...

amo al doctor house...
ahhh
(mirada perdida al infinito)