el escribanito (el hijo del escribano que miraba desde la cabecer de la mesa con banderita en el centro) después de los miles de papeles de dictarme -firmá, firmá y aclará, firma, aclaración y documento, firmá, otra más, ahí pone compraventa, firma y aclaración- frenó y acá estás firmando tu casa.
.
punto
tres meses de embarazo. neuseas de dólar, un humor ciertamente jodido, ansiedad boraz y mucho pujar para parir una escritura.
(sí, firmada).
todo lo demás pasaba, a las diez de la mañana corrientes casi pasteur no paró.
pero el resto de mi día siguió bastante enmimismado.
y hoy, me acuerdo nada más que eso.
perdón, lo hubiera escrito ayer...
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