lunes, 28 de enero de 2008

casa de madre

no hay nada más reparador, en todos los sentidos, que estar en casa de madre. la permanencia de digamos, más de doce horas, la vuelve completamente propia y la conclusión es que, por eso de ceder un poco, ni en nuestra propia casa las cosas se hacen tan a nuestro gusto.
y está superabastecida y brillante, los sábados permiten horas de mate larguísimo y los domingos desayuno con diario...

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